Es increíble la cantidad de veces que vemos gente creyendo en el mal, en los gualichos, el mal de ojo, las maldiciones, la enfermedad y la muerte y si a esa misma gente le decimos que no existen tales cosas, que todo viene de Dios, que todo viene de la Luz, te responden que son ateos, que no creen en nada de eso.
Es una contradicción total, si le crees al psicólogo de que tu mente te puede enfermar, por qué no pensarías junto con tu psicólogo que tu mente te puede curar también, pero esta opción no se trabaja.
La Fe tiene el mismo sustrato, está hecha de la misma energía que el miedo. La única diferencia es el signo que la precede, la Fe es positiva y el miedo negativo. La comparación es la misma que con el amor y el odio, el odio es el amor cambiado de signo, la energía es la del amor, lo contrario es la indiferencia.
Uno puede presenciar un accidente de auto y taparse los ojos imaginando un destrozo total o uno puede pensar “Dios protege a esa criatura. Nada es imposible para Tí.” Y ver el milagro. Si en cada hecho de nuestros días pudiésemos detectar la energía del miedo y trastocarla por Fe, cuan maravillosos serían nuestros días!!!
Todas las mañanas pido en mi oración matutina que mi Fe, mi Emuná (que es más bien la certeza absoluta de que todo viene de la Luz, que no hay nadie más que Él) pueda crecer tanto como para que sea capaz de notar cada pequeño milagro de ese día. Y viene acompañada del agradecimiento en todas las ocasiones. Cuando uno se da cuenta de que despertó a un nuevo día, que puede ver, respirar, trasladarse, sentir por todos nuestros sentidos, amar, no puede más que sentirse agradecido y la alegría de sentirse agradecido nos trae más bendiciones aún.
Pero mi aspiración verdadera y mi mejor deseo para todos es poder vivir con esa sensación de plenitud que te da la Fe. La sabiduría de que Dios está detrás de todo y que lo que nos suceda es para nuestro bien, para tener bendiciones o aprendizaje, como en el juego de verdad o consecuencia, en este caso el aprendizaje sería la consecuencia. Sería muy interesante poder sentir profundamente que “Dios sabe lo que hace” como me dijo un amigo cuando yo trataba de consolarlo por el fallecimiento de su padre.
“Todo viene de la Luz”, “No hay nada más que Él, ni nadie más que Él” y “Dios sabe lo que hace”, serían como un mantra de salvación ante cualquier eventualidad.
Si uno vive intensamente, cumpliendo con los preceptos bíblicos necesariamente se va a encontrar con gente a la cual no le caigamos del todo bien, frente a tanta resistencia hay otra frase que me gusta recordar, cuando todo parece salirme mal: “uno con Dios es mayoría” es fantástica y funciona, lo he probado incontables veces!!!
Se los dejo de regalo con un deseo genuino de que en los próximos días vean por sus propios ojos los milagros en su vida, les deseo que su Fe crezca inconmensurablemente hasta que puedan vivir con bienaventuranza, con plenitud, con certeza absoluta.
Que así sea!