El propósito de la creación es un tema que ha ocupado a filósofos, teólogos y místicos a lo largo de la historia. En la Kabalá, este tema es central y se aborda con una profundidad y un enfoque únicos.Según Rav Ashlag, Dios, denominado Ein Sof (el Infinito), es una fuente de bondad infinita.
Él entiende que la principal razón detrás de la creación del mundo es el deseo divino de "otorgar bondad a otros". En otras palabras, la creación se describe como un acto de generosidad divina, una extensión de la bondad inherente a Dios hacia un "otro" que pueda recibir y beneficiarse de esa bondad. Este acto de creación implica establecer algo distinto de Dios mismo, es decir, un mundo y seres capaces de recibir esa bondad, procesarla e, idealmente, reflejarla.
Este es un punto crucial: la creación no es solo un acto de hacer existir cosas, sino de habilitar una relación, una interacción dinámica entre el Creador y lo creado. El ser humano ocupa un lugar central en este esquema de creación. Según la Kabalá, los humanos son vistos como los principales receptores de la bondad divina, pero con una capacidad única: la de hacer su "Tikkun" o reparación personal.
La humanidad tiene el potencial no solo de recibir bondad, sino también de transformarse y elevarse, a través de su libre albedrío, para convertirse en socios activos en el mantenimiento y mejora del orden del mundo. A diferencia de otros seres creados, los seres humanos están dotados con libre albedrío. Esta capacidad de elegir permite a las personas decidir si actúan de manera egoísta o altruista, si reciben la Luz Divina solo para su beneficio personal o si la utilizan para beneficiar a otros.
La capacidad de elegir es esencial para el proceso de Tikkún, pues permite la existencia de un verdadero desarrollo moral y espiritual. El concepto de Tikkun Olam es fundamental en la Kabalá y se refiere al papel de los humanos en la reparación y mejora del mundo. Cada acto de bondad, cada esfuerzo por entender y cumplir la Voluntad Divina, cada paso hacia la transformación personal que refleja principios divinos contribuye a este proceso de reparación global.
En Conclusión, el propósito de la creación desde la perspectiva de la Kabalá es facilitar la expresión de la bondad divina y establecer un campo de interacción donde los seres creados, especialmente los seres humanos, puedan crecer, desarrollarse y finalmente reflejar esa bondad. Los seres humanos son vistos como agentes clave en este proceso, dotados con el libre albedrío para elegir cómo interactuar con la bondad recibida y cómo usarla para el beneficio de todo el mundo. Este marco no solo ofrece una visión de por qué existe el mundo, sino que también asigna a la humanidad un papel proactivo y crítico en la consecución de un universo más armonioso y divinamente alineado.
"Que con el conocimiento y el desarrollo espiritual que vayas alcanzando, seas co-creador del mundo."
Que así sea!