Hace poco me preguntaron sobre el temor a Dios si era un método de las religiones para controlar nuestro libre albedrío, prometiéndonos el infierno o el cielo según corresponda y es sumamente interesante poder discernir los miedos, el miedo irracional y el temor a Dios.
Por supuesto que hay un miedo normal hacia un peligro determinado, ese miedo que es razonable y puede prevenir una catástrofe hay que escucharlo, ya que nadie quiere acortar sus días de evolución (la biblia nos promete 120 años) por no esquivar un oso polar, un volcán en erupción o una enfermedad contagiosa.
En cambio el miedo irracional, el miedo psicológico que no cuenta con un objeto determinado que lo provoque, puede ser utilizado como un arma para el control, lo ha sido desde siempre, en contra de ello la Kabalá plantea el miedo como viniendo del Satán, de nuestro adversario privado que nos empuja a ampliar nuestros límites. Es muy importante darse cuenta de ello porque a partir del momento en que uno está advertido de algo ya no puede caer en esa trampa. Entonces nos preguntamos: qué haría si no tuviera miedo? Empezaría ese negocio, viajaría al lugar de mis sueños, estudiaría alquimia, entonces hazlo. Sin dar más vueltas, allí el miedo es tu Satán personal que está poniéndote trabas para que tu alma empuje con mayor fuerza hacia tu misión en esta vida. Hazlo y punto.
El asunto del Temor de Dios es diferente, a este temor en la tradición kabalística se lo presenta como sabiduría, es un temor como herramienta para corregir su conexión con Dios. Es el principio de la sabiduría el saber que no hay juicio más que el nuestro y el de la cosecha de nuestra siembra, no hay infierno mayor que ese, ni el paraíso es otro que nuestra paz interior.
Si uno pudiera vivir sintiendo el monitoreo permanente y amoroso de Dios tendría un discernimiento instantáneo de lo que está bien y lo que está mal. Y esa sensación interna de decir:-esto malo lo puedo hacer, no pasa nada, no me voy a quemar en el infierno, pero acepto las consecuencias de esto que estoy haciendo? Me va a hacer sentir realmente bien? Cuánto me dura la alegría de algo robado, cuánto me dura el placer sin amor? Cuánto disfruto de un capricho y cuánto de haber seguido una señal divina?
Hablando de señales una vez se me presentó una idea, no era como mis ideas, pero era un pensamiento profundo y acabado, yo creo que en algunas ocasiones especiales de mi vida me han llegado mensajes celestiales en forma de pensamientos. En esa ocasión, no recuerdo a raíz de qué tentación, yo pensaba: si yo no lo cuento nadie se entera, si nadie se entera no me pasa nada.- Entonces me vino este pensamiento: “haz de cuenta que tu vida misma es como tu diario íntimo, solo que quedan escritos para siempre tus actos y no se pueden borrar ni reescribir.”
El Temor Reverencial a Dios tiene relación con esta idea simple, lo que hagas mal y a propósito quedará inscripto para siempre en tu mente y es tu mente la que te va a juzgar el día que muera tu cuerpo y se te presente el famoso juicio final, que es tu propio juicio. Además significa que uno reconoce que existe un poder mucho mayor que uno, un Ser Supremo que es omnisciente y omnipresente, imagínense si todos los que nos alejamos de Dios en algún momento, los que mentimos, robamos, envidiamos, blasfemamos, matamos supiéramos a ciencia cierta que todo, absolutamente todo lo que hacemos se sabe y nos vuelve, ya no nos quedarían ganas de hacer el mal. Esa es la gran sabiduría que encierra el Temor a Dios.
El saber de las leyes que manejan el mundo funcionan perfectamente bien: todo es mente, la de causa y efecto, saber que como es arriba es abajo, el de la vibración que se parece al efecto mariposa, si yo desparramo negatividad en mi entorno a la distancia estoy colaborando con una guerra en otra parte del mundo, nos desalienta bastante a la hora de decidir qué vamos a hacer frente a alguna tentación y las tentaciones son los pecados y un pecado trae a otro pecado de la misma forma que una bendición trae más bendiciones. Los psicoanalistas dicen: el deseo trae mas deseo y la angustia trae mas angustia (tomado el deseo como el motor de la pulsión de vida y la angustia como aquello que lo detiene.) J.L. Borges escribió: todo lo dijo un chino alguna vez, nosotros decimos todo está escrito en la biblia desde antes.
Si uno utiliza el temor de este modo lo ayuda a acercarse al Creador y no hay mayor placer que éste y la biblia es nuestro gran manual que nos han regalado para guiarnos en el camino.