En este artículo, exploraremos las enseñanzas Kabalísticas sobre el amor y las relaciones, y cómo estas pueden guiarnos hacia una vida de mayor evolución pero también de paz.
El Concepto de Ahavá אהבה (Amar)
El amor en hebreo es “Ahavá”, que se compone de tres letras hebreas básicas. Estas tres letras en realidad se dividen en dos partes: una base o raíz, cada una de las dos letras éstas serían la Hei y la Bet y la primera letra, la Alef, que es un modificador. El significado de la base de dos letras, “es dar”. La letra “aleph”, que precede a estas dos letras, modifica el significado de la palabra base, “dar”. El significado de “ahava”, es “yo doy” pero también significa “amor”.
El amor es también dar. Y en el dar crece el amor que uno siente a quien esté recibiendo. El proceso real de dar desarrolla la misma conexión entre el que da y el que recibe. No hay mayor entrega que la de un esposo y esposa. Cada uno le da al otro. Cuanto más se da, mayor es la conexión.
En la Kabalá, el amor se conoce como "Ahavá", como hemos dicho y esta palabra hebrea tiene un valor numérico de 13, que también es el valor de la palabra "Ejad" (uno). Esta conexión numérica sugiere que el amor verdadero es unificador, llevándonos hacia la unidad tanto con nosotros mismos como con los demás. Ahavá implica una dimensión espiritual profunda, donde el amor trasciende el mero afecto emocional para convertirse en un vínculo sagrado y transformador.
Jésed y Gevurá: La Dualidad del Amor
El Árbol de la Vida Kabalístico presenta dos sefirot que representan aspectos esenciales del amor: Jésed (Bondad) y Gevurá (Fuerza). Jésed es la energía del amor incondicional, la generosidad y la compasión. Es el dar sin esperar nada a cambio, el amor expansivo y abarcador. Gevurá, por otro lado, representa la disciplina y los límites. En el contexto del amor, Gevurá nos enseña que el amor también debe incluir respeto por los límites y la autodisciplina. Un amor equilibrado integra tanto Jésed como Gevurá, creando una relación basada en la generosidad y el respeto mutuos.
El Alma Gemela: Zivug זיווג (Apareamiento)
En la explicación de Laitman se refiere al «Zivug«, como “«adhesión» y «acoplamiento» a la combinación de dos deseos le llamamos Zivug, es decir, relaciones sexuales, fusión. En el mundo espiritual hay nacimiento, embarazo, parto, etc. En general, todo lo que existe en nuestro mundo es consecuencia del mundo superior y por lo tanto, tienen los mismos términos. En lo espiritual, todo sucede en el deseo, no en los cuerpos ni en la materia. Y los deseos también se unen y como resultado, surgen deseos más completos e integrados.”
Según las enseñanzas kabalísticas, cada persona tiene un alma gemela, un compañero o compañera predestinada con quien está destinada a unirse para alcanzar la plenitud espiritual. Este concepto va más allá del romanticismo, sugiriendo que las relaciones profundas y significativas son parte del plan divino para nuestro crecimiento espiritual. Pero ya veremos más adelante, estas almas solo pueden reunirse después de haber hecho mérito, entonces el Cielo le permite juntarse.
La Importancia del Tikkún
"Tikkún" significa reparación o corrección, y en la kabalá, se refiere al proceso de corregir y elevar nuestra alma. Existen tres tipo de Tikunim, Hanefesh, la corrección y la reparación del alma. Tikkun Hamidot, la corrección, reparación de las emociones, de las características de la personalidad. Y el tercer Tikkun se llama Tikkun Olam, la reparación, la corrección del mundo, del entorno.
Las relaciones humanas son vistas como una oportunidad para el Tikkún. A través de nuestras interacciones con los demás, especialmente en relaciones íntimas, enfrentamos nuestros defectos, miedos y sombras. Este proceso de confrontación con uno mismo y sanación nos permite crecer y evolucionar espiritualmente. Cada desafío y conflicto en una relación es una oportunidad para aprender, mejorar y acercarnos a la perfección espiritual.
La Unidad a través de la Diversidad
La Kabalá enseña que todas las almas provienen de una única fuente divina y, aunque parezcamos separados, estamos intrínsecamente conectados. En el contexto de las relaciones, esto significa que el amor verdadero reconoce y celebra la unidad a través de la diversidad. Al apreciar y respetar las diferencias de los demás, nos acercamos más a la unidad divina. Esta perspectiva nos invita a ver a cada persona como una chispa divina, digna de amor y respeto.
Prácticas kabalísticas para Nutrir el Amor y las Relaciones
El Estudio de Textos Sagrados
El estudio de textos como el Zóhar, el Shaar Haguilgulim, la Torá, nos ofrecen una guía profunda sobre cómo vivir una vida de conexión. Estos textos contienen enseñanzas sobre la naturaleza del amor, la importancia de la compasión y la forma de construir relaciones saludables y espiritualmente enriquecedoras. A través del estudio, podemos obtener una mayor sabiduría y aplicarla en nuestras vidas diarias recordándonos que todas nuestras relaciones son sagradas y tienen un propósito espiritual.
Practicar el Prishud
La abstinencia, al decir del rabino Max Godet “Prishud es abstenerse, es que seas más selectivo con tus amistades, con lo que compras, con lo que hablas. Está bien que haya silencio, si no tienes nada interesante que hablar, no hables.” Es una herramienta que puede transformar nuestras vidas. Al enfocarnos en las reacciones nuestras frente a cualquier cuestión del entorno, es más sencillo obtener mayor evolución y poder sobre nosotros y no egocéntricamente sobre los otros. La práctica del prishud nos ayuda a mantener una perspectiva positiva y a valorar verdaderamente la paz que nos rodea al practicarla. Ello implica también respetar los modos y los tiempos de quienes nos acompañan en este paso por el mundo y aprender a conseguir una paz interior a prueba de cualquier desafío exterior.
El Amor Incondicional: Una Meta Espiritual
El amor incondicional, según la Kabalá, es una expresión de Jésed, de misericordia, en su forma más pura. Es un amor que trasciende el ego y las expectativas, es un desafío espiritual y es también una de las formas más elevadas de conexión con lo divino.
El Amor como Reflejo de lo Divino
La Kabalá nos enseña que el amor es una de las formas en que lo divino se manifiesta en el mundo. Al amar a los demás, estamos participando en la energía creativa y sustentadora de Dios. Este amor es un reflejo de la unidad y la conexión que existe en el nivel más profundo de la realidad. Al cultivar el amor incondicional, nos alineamos con la Voluntad Divina y contribuimos a la armonía del universo.
Las enseñanzas kabalísticas sobre el amor y las relaciones nos ofrecen una guía certera para vivir una vida de conexión espiritual. A través de conceptos como Ahavá, Jésed, Gevurá, Zivug, Prishud y Tikkún, nos invita a ver nuestras relaciones como oportunidades sagradas para aprender, sanar y evolucionar. La Kabalá nos proporciona las herramientas para navegar el complejo paisaje del amor humano, guiándonos hacia una vida de plenitud y paz duraderas.
