Ser Agradecidos para recibir las Bendiciones
Publicado el Miércoles, 18 Sep. 2024
En éste artículo reflexionamos sobre cómo el reconocimiento de las bendiciones y el estudio profundo de la Biblia nos conecta con la Luz Divina y nos abre al bienestar espiritual.
Según la tradición las lecturas semanales que llevan adelante muchas religiones como los judíos y los mormones, entre otros, el tiempo en que se lee corresponde al tiempo en que sucedieron los hechos desde Bereshit/Génesis hasta Devarim/Deuteronomio, el punto en que entran finalmente a la Tierra Prometida y esto genera una conexión muy fuerte con las escrituras, con sus enseñanzas, con sus historias, con sus participantes, con sus dificultades y sus milagros. Realmente casi no hay nada más efectivo para conectarse con la Luz Divina que la lectura de la Biblia, especialmente el Pentateuco.
De hecho el Zohar está basado en la Torá/Biblia y los libros de todos los kabalistas parten de la Biblia pero con una lectura que atraviesa los secretos que esconde. Por ejemplo El Etz Jaim, el Árbol de la Vida escrito por Jaim Vital sobre las enseñanzas de Isaac Luria, el Arizal, es la explicación más accesible para todos del Zohar, pero jamás hay que olvidar que todo parte de la Biblia, el camino es este.
En esta semana se lee en todo el mundo la porción de Ki Tavó (“Cuando Entres“) donde Dios le dice a Moisés lo que le tiene que decir al pueblo para que haga cuando finalmente entre a la tierra que mana leche y miel. Allí se enumeran las bendiciones y las maldiciones, es muy interesante reflexionar sobre este punto ya que las maldiciones parten del punto de no ser capaces de alegrarse de las bendiciones.
Parece ser que los kabalistas tenían claro desde la antigüedad que el reconocer las bendiciones, el ser agradecido, el valorar lo que se tiene es la base de la buena vida, de la salud, de la fortuna, de la alegría de vivir.
Devarim ("Las Palabras")- Deuteronomio:
28:1 Y si escuchares atentamente la voz del Eterno, tu Dios, para guardar y cumplir todos sus preceptos que yo te ordeno hoy, el Eterno, tu Dios, te ensalzará sobre todas las naciones de la tierra.
28:2 Y vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas bendiciones cuando obedecieres la voz del Eterno, tu Dios:
28:3 Bendito serás en la ciudad y bendito serás en el campo.
28:4 Bendito será el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y el fruto de tus bestias, y la cría de tu ganado, y los rebaños de tus ovejas.
28:5 Bendito será tu canasto y tu artesa.
28:6 Bendito serás en tu entrada y bendito serás en tu salida.
28:7 Hará el Eterno que tus enemigos, los que se levanten contra ti, sean vencidos delante de ti. Por un camino saldrán contra ti, mas por siete caminos huirán ante ti.
28:8 El Eterno mandará que la bendición esté contigo en tus graneros y en toda empresa de tu mano; y te bendecirá en la tierra que el Eterno, tu Dios, te da.
28:9 El Eterno te establecerá por pueblo santo suyo, como te tiene jurado, cuando guardares los mandamientos del Eterno, tu Dios, y anduvieres en sus caminos;
28:10 y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre del Eterno es invocado sobre ti, y te temerán.
28:11 Y el Eterno te hará abundar, para bien tuyo, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tus bestias, y en el fruto de tu suelo, sobre la tierra que el Eterno juró a tus padres que te daría.
28:12 Abrirá el Eterno para ti su buen tesoro, los cielos, para dar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda empresa de tu mano; y prestarás a mucha gente, mas tú no tomarás prestado.
28:13 Y te pondrá el Eterno por cabeza y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, cuando escuchares los mandamientos del Eterno, tu Dios, que yo te ordeno hoy, para guardarlos y cumplirlos;
28:14 y no te desviarás de ninguna de las cosas que os prescribo hoy, ni hacia la derecha ni hacia la izquierda, andando en pos de otros dioses para servirlos.
Y cuáles son esos preceptos que nos dice que hay que cumplir, son los que se conocen como los 10 mandamientos y que la tradición hebrea los estudia minuciosamente hasta llegar a los 613, sin embargo, parten de aquellos mencionados en la Biblia:
Deuteronomio 6 /// El amor a Dios
1 Estos son los mandamientos, estatutos y leyes que el Señor tu Dios mandó que yo te enseñara para que los pongas en práctica en la tierra de la que vas a tomar posesión.
2 De esta manera, durante toda la vida, tú, tus hijos y tus nietos temerán al Señor tu Dios, cumpliendo todos los estatutos y mandamientos que te doy; así disfrutarán de larga vida.
3 Escucha, Israel, y esfuérzate en obedecer. Así te irá bien y serás un pueblo muy numeroso en la tierra donde abundan la leche y la miel, tal como te lo prometió el Señor, el Dios de tus antepasados.
4 Shemá (Escucha), Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es Uno.
5 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
6 Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. 7 Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 8 Átalas a tus manos como un signo, llévalas en tu frente como una marca y 9 escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades (Mezuzá).
10 El Señor tu Dios te hará entrar en la tierra que juró a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. Es una tierra con ciudades grandes y prósperas que tú no edificaste, 11 con casas llenas de toda clase de bienes que tú no acumulaste, con cisternas que no cavaste, y con viñas y olivares que no plantaste. Cuando comas de ellas y te sacies, 12 cuídate de no olvidarte del Señor, que te sacó de Egipto, la tierra donde eras esclavo.
13 Teme al Señor tu Dios, sírvele solamente a él y jura solo en su nombre.
14 No sigas a esos dioses de los pueblos que te rodean, 15 pues el Señor tu Dios está contigo y es un Dios celoso; no vaya a ser que su ira se encienda contra ti y te borre de la faz de la tierra. 16 No pongas a prueba al Señor tu Dios, como lo hiciste en Masá.
17 Cumple cuidadosamente los mandamientos del Señor tu Dios, y los mandatos y estatutos que te ha dado.
18 Haz lo que es recto y bueno a los ojos del Señor para que te vaya bien y tomes posesión de la buena tierra que el Señor juró a tus antepasados.
19 El Señor arrojará a todos los enemigos que encuentres en tu camino, tal como te lo prometió.
20 En el futuro, cuando tu hijo te pregunte: «¿Qué significan los mandatos, estatutos y leyes que el Señor nuestro Dios nos mandó?», 21 le responderás: «En Egipto nosotros éramos esclavos del faraón, pero el Señor nos sacó de allá con gran despliegue de fuerza.
22 Ante nuestros propios ojos, el Señor realizó grandes señales y terribles prodigios en contra de Egipto, del faraón y de toda su familia.
23 Y nos sacó de allá para conducirnos a la tierra que a nuestros antepasados había jurado que nos daría.
24 El Señor nuestro Dios nos mandó temerle y obedecer estos estatutos, para que siempre nos vaya bien y sigamos con vida. Así ha sido hasta hoy.
25 Y si obedecemos fielmente todos estos mandamientos ante el Señor nuestro Dios, tal como nos lo ha ordenado, entonces seremos justos».
Y uno debe aspirar por todos los años de vida que promete Dios que son 120, a ser un Tzadik, un justo.
Los demás mandamientos los conocemos bien Éxodo (capítulo 20) y Deuteronomio (capítulo 5) , son la base de todos los derechos del mundo, repasemos:
-No tomarás en vano el nombre del SEÑOR tu Dios, porque el SEÑOR no dará por inocente al que tome su nombre en vano. Es decir, respetar tu palabra también.
-Acuérdate del día sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el séptimo día será sábado para el SEÑOR tu Dios. No harás en él obra alguna, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu animal, ni el forastero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días el SEÑOR hizo los cielos, la tierra y el mar, y todo lo que hay en ellos, y reposó en el séptimo día. Por eso el SEÑOR bendijo el día sábado y lo santificó.
Este mandamiento tiene una relación directa con el descanso, el estudio y la meditación, si uno no hace otra cosa que trabajar su alma no sabe para qué está en el mundo, es un desconcierto total.
-Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se prolonguen sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da. Esto implica también agradecer a nuestros padres porque fueron el canal para que estemos en este plano de aprendizaje y a todos nuestros maestros, recordemos que el ser agradecidos es parte de lo que nos bendice.
-No cometerás homicidio. Pareciera una obviedad pero tomar la vida de otro es algo con lo que uno carga el resto de sus días.
-No cometerás adulterio. De qué forma se podría sostener el amor sin la base de la confianza, de poder descansar y apoyarse en el otro?
-No robarás. La envidia, la codicia y el robo son todo uno, esa frase de que un pecado lleva a otro en este punto se ve muy claro.
-No darás falso testimonio contra tu prójimo. Es hacer mala lengua pero encima perjudicando a alguien más, parece algo sin importancia pero tiene consecuencias irremediables.
-No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo.
Como ya lo mencionamos, la raíz del mal es el egoísmo, producto de la codicia por lo material-sensorial. La originalidad de la Biblia reside en que nos educa a relacionarnos con el ámbito material-sensorial como un medio para lograr el bien colectivo, y no como sucede generalmente que se lo concibe como un fin en sí mismo.
“Previamente a la revelación de la Torá no existía un proyecto universal cuyo objetivo fuese transformar el deseo egoísta en altruismo.
Así como en el plano material la tecnología nos ayuda a canalizar la energía de modo que podamos utilizarla para el bienestar de la humanidad, la Torá nos ofrece la «tecnología» educativa y espiritual para encauzar armónicamente la energía más poderosa de la Creación: el deseo de recibir.
La Torá le brinda al hombre, si éste se educa verdaderamente a través de ella, una conciencia superior que lo mantiene alerta en todos los ámbitos de la realidad para prever y diluir cualquier manifestación egoísta.”(tora.org.ar/el-decalogo-2/)
Por eso decimos que la base de todo conocimiento espiritual es el estudio profundo de la Biblia porque es el único manual que nos enseña cómo elevarnos y es el primer paso para el estudio de la kabalá. Y la base de toda bendición es estar agradecidos.
En éste artículo reflexionamos sobre cómo el reconocimiento de las bendiciones y el estudio profundo de la Biblia nos conecta con la Luz Divina y nos abre al bienestar espiritual.